viernes, 25 de junio de 2010

Parte 1 - 1

Capitulo 1: Búsqueda

     Mi nombre es Lucas, mi apellido no importa mucho por ahora. Tengo veintitrés años, soy soltero... y esta es nuestra historia.


Hoy es cuatro de julio... mi cumpleaños, nadie lo recordó. No es como si esto me afectara en algo... Como sea, que mas puedo decir. Hoy salimos a establecer otro "puesto avanzado".
Estábamos en el centro, no eran mas de las dos de la tarde, a un par de calles antes de la plaza grande. Corríamos.. de... ¡de esa cosa!; Jonh, un ex-obeso hombre de veinticuatro años, con barba, pelo lacio y moreno, Toby un chico de la misma edad que yo pero con un cuerpo mas atlético, no tan moreno y con cara de "buen chico" y yo, el negativo ex-policia meditamundo y vago. Bueno, estábamos agitados, no corríamos así desde... los niños. John no dejaba de quejarse y Toby seguía alentándonos en seguir hasta alcanzar el edificio Ateneo que se encuentra a un costado de la plaza. Habíamos alistado ese edifico para situaciones como esta, solo necesitábamos entrar. Aunque no podíamos verlos, sabíamos que ahí se encontraban todos: justo detrás de nosotros.
En los techos de las antiguas casas que abundan en el centro podíamos escuchar los pasos ágiles y rápidos de esos desgraciados. Sus gemidos... por así decirlo, ya no eran temibles, si no molestos. Entre los alaridos que emitían esas criaturas que nos perseguían, escuchamos un rugido terriblemente intimidante. La clase de rugido que hace un león que se encuentra esperando a que entres en tu cuarto justo para lograr hacerte mojar los pantalones.
-¡¿Que mierda es eso?! -Gritó John justo al siguiente instante que escuchamos el rugido.
-¡Tu corre! -Le respondió Toby con un tono inundado de miedo.
Si, es verdad que éramos tres. Siempre hemos sido nosotros tres desde que tengo memoria. Somos algo así como un equipo... NO. Somos como hermanos, y nos cuidamos unos a otros como tales.

Nunca en nuestra vida habíamos visto.. o escuchado tan temible sonido. No era humano. Y no me sorprendió ver como John nos había superado en velocidad.

 -¡Hijo de puta! ¡Asi si corres verdad! -Le grite con lo poco del aire que tenia.

Habían pocas cosas que creíamos podían sorprendernos en este "nuevo" mundo. Creíamos que lo mas temible ya lo habíamos presenciado y que con el tiempo nos acostumbraríamos a no poder dormir, a tener siempre un arma cargada a un lado de nuestra almohada... estábamos tan equivocados.

-¡Ya... Ya estamos... cerca! -Decía John con voz entrecortada por el cansancio. Su respiración estaba demasiado agitada, parecía que un infarto podría llevarse a nuestro amigo.

No nos dábamos cuenta, pero hacia donde nos dirigíamos estaba infestado por una prole de infectados. Si, jodidos infectados muertos de hambre... no había manera de salvarnos de esta. Una criatura que producía alaridos extremadamente tenebrosos nos perseguía nuestras espaldas. Y... enfrente de nosotros se encontraba una marabunta de engendros...
-¡No... me... JODAS! -Dijo John, al mismo tiempo que iba calmando su paso. Se detuvo.
-Pero si somos las personas con la mejor jodida suerte del mundo... ¡Esto es típico, siempre que salimos de casa estamos en peligro de muerte! -Toby se quejó con un sarcasmo que nos sacó una ligera carcajada llena de locura.

Enfurecido, Toby y John empezaron a maldecir mucho... creo que si escribo todo lo que dijeron en esos momentos, la persona que leyera esto se ofendería o quizás incendiaria esto considerándolo Satánico...

Después de unos segundos, Jonh; harto de maldecir, sacó su arma y empezó a arremeter disparos hacia todas direcciones en donde veía infectados. El estruendo que hacían las balas era demasiado alto y fue entonces cuando comencé a darme cuenta que este ataque de ira en verdad podría matarnos.

-¡John! ¡Carajo! ¡Deja de hacer eso! -Le grite en tono de regaño con todas mis fuerzas.

-¡¿Porque?! ¿Que mierda importa? ¡Vamos a morir! -Me respondió

-¡No, idiota! ¡Tus disparos! ¡Eso si que nos va a matar, no esos imbéciles! -Le grite de nuevo intentando calmarlo... pero no lo lograba.

Me miró a los ojos y entonces comprendió que el ruido atraería mas y mas infectados hasta nuestra perdición. Es entonces que activé las pocas neuronas que me habían sobrevivido hasta ahora, para hacer un plan de escape. El Ateneo se había convertido en un lugar demasiado peligroso, necesitábamos ir a otro lado, uno cerca que tuviera máximo, un grado de peligro tres.

La criatura rugió otra vez. Esta vez, se escuchaba mas cerca... a una calle o quizás un poco menos. No queríamos mirar hacia atrás por temor a que el shock nos condenara.

-¡POR AQUÍ! -Le indiqué a mis compañeros señalando hacia una calle de la derecha.

Habían automóviles detenidos que tapaban esa calle. La Cincuenta y siete del centro histórico, no habíamos ido por ahí, y era el único lugar que se me ocurría. Doblamos.

-¡Oye! ¿Conoces esta calle? -Me pregunto Toby mientras corríamos a paso lento.

-No, pero eso no importa. -Le dije señalando hacia atrás.


En ese instante mire hacia arriba, hacia los techos y vi como saltaban de uno a otro los infectados. Estaban justo encima de nosotros. Los arboles comenzaron a agitarse por una fuerte brisa que comenzó a sacudir la tarde. No nos habíamos fijado del cielo, estaba nublado... como siempre. Seguimos corriendo.

-¡Mierda, mierda, mierda! -Gritábamos todos mientras corríamos.

Llegamos a un parque sucio cerca de una iglesia colonial de color salmón, creo que era Santa Lucía. Nos metimos lo mas rápido que pudimos. Los techos se gastaron para los monstruos y solo veíamos que esas criaturas nos observaban desde su alta posición. Se tiraron, y el ruido del impacto resonó hasta la iglesia.
Corrían a toda velocidad hacia nosotros, por mas que busqué y busqué entre la pequeña multitud de gente deforme que se acercaba, no encontré ninguno fuera de lo común. No encontré a mi temible criatura. Nunca llevamos equipo extra, cargamos solo lo indispensable para un viaje corto. No cargamos comidas, no cargamos cuerdas ni medicinas extrañas... solo nuestras armas y bolsas para cargar "objetos" interesantes que pudiéramos usar algún día.
John y Toby sacaron sus armas mientras yo corría en busca de las bancas de la iglesia para apilarlas y crear una especie de barricada. Apuntaron sus armas y esperaron unos segundos a que se acercaran los infectados...
Los sonidos de los disparos comenzaron a resonar en todo el lugar. El eco de la antigua iglesia hacia que todo luciera tan surreal.

Mis dos amigos continuaban disparando hacia esas criaturas, mientras que yo pensaba que hacer. Mi mente solo tenia algo claro... teníamos que salir de ahí. Entonces, todo se interrumpió tras un agudo ruido; un sonido similar al del estallido de un gigantesco espejo. El ruido nos hizo mirar de reojo hacia una de las ventanas que se encontraban a un costado. Estaban entrando por aquellos umbrales.
Todo parecía perdido. Tire de la playera de ambos para traerlos hacia adentro de la iglesia. Corrimos con todas nuestras fuerzas hacia lo que pensábamos podría llevar hacia una salida al exterior. Nos acercamos al altar y detrás de el habían un par de puertas, una a cada costado. Nos fuimos por la derecha.

______________________

Antes de comenzar el día, nos poníamos de acuerdo sobre si izquierda o derecha serian los caminos que tomaríamos siempre. Todo esto para no separarnos y para no perder valioso tiempo decidiendo nuestra próxima dirección.
Si... planeamos cada estúpida situación que podría sucedernos. Bueno, yo las planeo. No quiero darme el lujo de morir a causa de un error idiota.
______________________


Entramos a la puerta y justo antes de cerrarla escuchamos de nuevo el temible rugido de esa bestia. Toby fue el primero que lo vio, justo antes de que cerrara la puerta.

-¡Puta mierda! -Nos gritó mientras nos alejábamos de aquella puerta.

-¿Qué? ¿Qué fue lo que viste? -Me robó la pregunta John.

-¡Lo vi! ¡Lo juro, vi a esa... cosa! -Nos detuvimos para tomar un poco de aire. Después cerramos el paso para detener a nuestros perseguidores.

-¿Como era? ¡Habla!

-¡Era enorme, pálido, se le veían los huesos como si se le fueran a salir de su cuerpo! Estaban llenos de sangre sus brazos y piernas y... no pude ver mas... -Suspiró.

-¡Mierda! -Exclamó John.

-Carajo, debemos continuar... -Repliqué a ambos.

-¿Y que maldito sentido tiene seguir? ¡Esa cosa nos va a alcanzar! -Me gritaba mientras comenzamos a correr de nuevo.

-¡No tenemos otra opción! -Grité... y justo después de eso, escuchamos como esas cosas habían roto la puerta para entrar.

Seguimos corriendo por esos pasillos dentro de la iglesia hasta que dimos con los jardines. Miramos rápido para buscar un lugar en donde escondernos, y entonces lo vi. Un antiguo motel barato de dos pisos estaba ahí, justo enfrente de nosotros. Ahí, abandonado. Quizás iba en contra de nuestras reglas, pero era eso o morir... y francamente, nadie quiere morir.
Saltamos la reja de la iglesia, caímos al suelo y seguimos corriendo por la calle hasta llegar al edificio de enfrente. Era de color salmón tambien, algo destintado y con moho.La puerta estaba forzada, lo cual indicaba que habían almenos un par de infectados ahí dentro durmiendo. No nos importó y entramos.

Una vez dentro, cerramos la puerta y movimos algunos muebles para bloquear la entrada. Nos alejamos rápido y nos pusimos a buscar a los infectados que debían estar dentro. Los encontramos... pero ya estaban muertos, habían muerto de hambre según podíamos apreciar.
Escuchamos los gritos de los imbéciles que intentaban entrar. Por suerte, no habían ventanas en el primer piso y las que habían, estaban en el segundo piso, pero este se hallaba lo suficientemente alto como para que nos diera oportunidad de ponernos en posición.
Subimos al segundo piso lo más rápido que pudimos. Con la vista en la mira, nos acercamos a las ventanas, luego al balcón y finalmente apuntamos hacia abajo... Disparamos.

Habremos impactado en unos siete u ocho cuando los vimos a todos. El salía de los jardines de la iglesia de Santa Lucía. No era tan impresionante como me lo había imaginado, pero de algo estaba seguro... con ese tamaño podía alcanzarnos.
-¡Al techo! -Grite a mis amigos.

Trepamos rápidamente, primero John, luego Toby y de último yo. Escuché como habían roto la entrada de la casa en la que nos encontrábamos. Sus pasos resonaban en los pasillos de la casa; se acercaban. Cruzamos al techo de al lado para continuar huyendo del monstruo. Mientras mas se acercaba, podíamos sentir como el suelo temblaba. Las calles retumbaban a cada paso que esta criatura daba al acercársenos...

__________________________

      Puedo jurarlo... escuché su voz. También escuché una canción que hace mucho no escuchaba... fue extraño. Supongo que mi mente me jugaba una broma. Si.. eso debía ser, una gran y estúpida broma, en uno de los peores momentos.
__________________________

... entonces reaccioné. Los oídos me fallaban; todo se escuchaba con un ruidoso y agudo chillido. Miraba hacia el nublado cielo y solo baje mi vista para buscar la fuente de ese horrible sonido. Miré hacia un lado y vi como John disparaba mientras movía sus labios de manera muy estrepitosa... estaba insultando. Luego miré hacia la izquierda, vi a Toby recargando, ponía balas a su arma de manera muy ágil, el solo tenia una sonrisa insana, llena de locura y desesperación. Luego... unas tres calles adelante, en la azotea de una casa amarilla, pude verlo. Estaba un hombre con ropas blancas, no pude apreciar bien su cara, pero pude ver que nos apuntaba...

Prólogo

_____________________________

         Siempre hay que mirar hacia adelante y caminar. Nunca dependas de nadie... No dejo de repetirme esas palabras, no dejo de repetirmelas; no puedo rendirme.

Todo esta destruido, casi no hay comida, casi no hay agua... y... ¡joder! ¡Casi no hay personas! El mundo se ha terminado. Hay que buscar soluciones, respuestas y no rendirse... -Nota mental: "Comprar" mas atún- para sobrevivir. Hay que estar pendiente de todo, si. Hay que tener todo en cuenta para lograr sobrevivir un dia mas. Y lo mas importante: NO ESTAR SOLO.

Escribo esto para no perderme. Escribo esto para distraerme y no caer en la locura. El mundo ha cambiado mucho...